Montoya Ramírez, NelidaMontoya Ramírez, Karla Patricia2024-07-252024-07-252020http://repository.ucatolicaluisamigo.edu.co/handle/20.500.14.531/3824Desde la teoría de la comunicación humana de Watzlawick (1971), se ha validado que la comunicación llevada a cabo por las personas en esencia es constructivista y sistémica, lo que significa que a partir de los procesos comunicativos se puede alterar, condicionar o transformar el comportamiento, los pensamientos, la percepción y, en general, las cosmovisiones de los individuos. De allí la importancia de que las personas emitan, pero también recepten mensajes que contribuyan a su bienestar y fortalezcan sus relaciones sociales. En este punto es importante agregar que aspectos como la comunicación no verbal (gestos, postura, proximidad, etc), que acompañan el discurso juegan un papel decisivo en la decodificación de dichos mensajes y, por tanto, en la generación de emociones y comportamientos específicos. Así pues, cuando una persona emite un mensaje agresivo, es decir, de manera hostil o imponiendo sus criterios, puede generar una reacción negativa en su receptor lo que, probablemente de paso a discusiones e incluso fragmente la relación entre los interlocutores. De igual modo, cuando una persona se comunica de forma pasiva, es decir, no expresa sus necesidades, posturas ni opiniones, pueden experimentar sensaciones de resentimiento y confusión o, como plantea Sánchez (2017), en el peor de los casos ansiedad y depresión. De allí la importancia de que las personas sepan de qué manera entregar sus mensajes sin ir en detrimento de sus principios o necesidades ni de las de sus interlocutores, lo que es posible a través de la comunicación asertiva. En el caso específico de la actividad deportiva, al igual que toda actividad humana, esta incluye un proceso de comunicación complejo el cual, en este caso, se enmarca desde las acciones de formación deportiva, hasta el contexto competitivo. En los últimos años se ha incrementado significativamente el deporte infantil y juvenil, convirtiéndose en una actividad importante en la sociedad, sin embargo, la mala comunicación y orientación puede generar ambientes negativos que en vez de ser algo productivo para el deportista, solo le genera estrés y confusión haciéndolo abandonar estas prácticas. Por lo anterior, se india que es fundamental plantear una iniciación deportiva con un marcado carácter comunicativo donde lo principal sea la conjunción de valores, adquirir habilidades de relación social y concientizar a los jóvenes de la necesidad de unos hábitos de vida saludables. Una comunicación asertiva puede marcar la diferencia en un deportista, pues si este puede comunicarse efectivamente con sus compañeros, entrenadores, padres y gestores de actividades es menor la posibilidad de que este piense en abandonar la actividad que practica, pues esta es una elección voluntaria y muy consciente, además esto también garantiza que el deporte se realice de la forma correcta.80 p.application/pdfspaComunicación asertivaConvivenciaDeportehttp://purl.org/coar/access_right/c_abf2http://purl.org/coar/resource_type/c_46echttps://creativecommons.org/licenses/by-nc/4.0/a