Cadavid, Lina MarcelaHiguita Rivera , Nulber Egidio2024-07-182024-07-182020http://repository.ucatolicaluisamigo.edu.co/handle/20.500.14.531/3489Este artículo propone un análisis sobre la admiración y la creatividad como facultades que deben ser cultivadas en los niños para potenciar el aprendizaje filosófico, para hacerlo más significativo y, con ello, la expresión de sus emociones, ideas y sentimientos. La creatividad y la admiración permiten hacer una filosofía práctica con los niños ya que ambas se integran posibilitando una forma de hacer filosofía de manera creativa. El análisis de estas facultades se hará con base en la propuesta de filosofía para niños de Matthew Lipman, filósofo y educador norteamericano, quien establece la posibilidad de aprovechar y poner en práctica las habilidades de los niños desde un ejercicio del maestro que implica ser un buen observador y buen intérprete del actuar de los chicos. Los niños son quienes se hacen protagonistas por tener la iniciativa de conocer el mundo que los rodea desde lo particular a lo complejo. El punto de partida que despierta la curiosidad de los niños es el deseo de conocer el por qué y para qué de las cosas y, generalmente, hacen uso del lenguaje y el diálogo para formular las preguntas, expresar sus ideas y generar otros interrogantes. Es así como se construye un ejercicio filosófico que servirá para ayudar a los niños a pensar por sí mismos y lograr un pensamiento de alto orden que le dé sentido a la filosofía desde la niñez.42 p.application/pdfspaCreatividadAdmiraciónAsombroNiñosFilosofíaCreatividad y admiración: cualidades a potenciar en los niños y niñas en edad escolar para que la filosofía como forma de vida sea significativa en su futurohttp://purl.org/coar/access_right/c_16echttp://purl.org/coar/resource_type/c_46echttps://creativecommons.org/licenses/by-nc/4.0/a